Así se desprende de un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y la Universidad de Toronto (Canadá).
En este trabajo los investigadores examinaron los datos del Estudio Longitudinal Israelí de Gemelos, que incluye 1.657 familias de gemelos nacidos en 2004-2005 con características demográficas similares a las de la población mayoritaria judía de Israel. Identificaron concretamente a 63 familias en las que uno de los gemelos tiene una discapacidad y el otro tiene un desarrollo típico.
Cuando todos los niños tenían 11 años, se compararon los hermanos gemelos de desarrollo típico de los niños con discapacidades con 404 hermanos gemelos de desarrollo típico del resto de la muestra, en medidas de empatía cognitiva y emocional y prosocialidad.
Para ello y por una parte, los niños participantes completaron un cuestionario de autoinforme de evaluación de la empatía cognitiva y emocional y una tarea informatizada diseñada para evaluar el comportamiento prosocial. Y, en paralelo, a los padres de los niños participantes se les dio un cuestionario para evaluar los comportamientos prosociales de sus hijos.
Los datos mostraron que, en la empatía cognitiva autodeclarada, los niños con desarrollo típico de un gemelo con discapacidad puntuaban más alto que los niños con desarrollo típico que no lo tenían.
Por tanto, este estudio constituye uno de los primeros trabajos que examinan y revelan los posibles efectos positivos de crecer con un hermano con discapacidad.
Podrás acceder al estudio completo AQUÍ.