En la Fundación Síndrome de Dravet, nuestro compromiso es apoyar a las familias que conviven con el síndrome de Dravet y otras encefalopatías epilépticas y del desarrollo (EED). Un estudio de 2023, titulado Fulfilling the needs of caregivers in delivering health services to children with developmental and epileptic encephalopathies, proporciona una visión profunda sobre los desafíos que enfrentan los cuidadores y las oportunidades para mejorar los sistemas de atención sanitaria.
Este estudio, basado en las experiencias de 75 cuidadores, resalta la importancia de escuchar a las familias para construir un sistema sanitario más equitativo y efectivo. A continuación, exploramos los hallazgos clave y su relevancia para nuestra comunidad.
Alta demanda de atención sanitaria: Una realidad compleja
Este estudio pone de manifiesto las intensas necesidades sanitarias de los pacientes con EED, incluido el síndrome de Dravet. En un período de 12 meses, el 69% de las familias acudió a los servicios de urgencias, muchas de ellas en múltiples ocasiones, principalmente debido a crisis epilépticas. Estas visitas no son eventos aislados; de hecho, la mayoría de las familias que acudieron a urgencias lo hicieron más de una vez, y algunas hasta diez o más veces en un año. Además, el 93% de los cuidadores consultó a tres o más profesionales médicos, como neurólogos o pediatras, mientras que el 60% accedió a tres o más profesionales de sociosanitarios, como logopedas, terapeutas ocupacionales o fisioterapeutas. Estos datos reflejan la complejidad de gestionar una condición crónica y multifacética como el síndrome de Dravet, que requiere una red extensa de cuidados especializados. La alta frecuencia de estas interacciones con el sistema sanitario también pone en evidencia la carga significativa que recae sobre las familias, tanto en términos de tiempo como de recursos emocionales y financieros.
Experiencias de los cuidadores: Entre la gratitud y la frustración
Los cuidadores expresaron satisfacción cuando se encontraron con profesionales sanitarios que demostraban empatía, conocimientos especializados y un enfoque centrado en la familia. Este aspecto es especialmente significativo para las familias con síndrome de Dravet, quienes reportaron niveles más altos de satisfacción, probablemente debido al acceso a centros especializados, como los que existen en Australia, donde se realizó el estudio. La presencia de profesionales capacitados en EED, que comprenden las particularidades de estas condiciones, marca una diferencia notable en la experiencia de las familias. Sin embargo, el estudio también identificó fuentes importantes de insatisfacción. Muchos cuidadores se sintieron ignorados o desatendidos por profesionales que carecían de formación específica en EED, lo que les obligaba a asumir un rol de defensores constantes para garantizar la atención adecuada para sus hijos. Otros desafíos incluyeron la falta de coordinación entre los diferentes servicios médicos y las dificultades para navegar los sistemas de apoyo, como el Esquema Nacional de Seguro de Discapacidad (NDIS) en Australia. Estas barreras no solo generan frustración, sino que también incrementan el estrés y la carga emocional de las familias, que a menudo deben gestionar múltiples citas y trámites administrativos mientras cuidan a un hijo con necesidades complejas.
Prioridades de mejora: Escuchando a las familias
El estudio identificó dos áreas críticas donde las familias consideran que el sistema sanitario debe mejorar para satisfacer sus necesidades:
- Mejor atención en urgencias y hospitalizaciones: Los cuidadores señalaron que los servicios de urgencias y las estancias hospitalarias a menudo no están preparados para manejar las particularidades de las EED. Un ejemplo recurrente fue la falta de adherencia a los planes de manejo de crisis, documentos esenciales que guían la respuesta médica ante una crisis prolongada. Esta desconexión puede llevar a intervenciones inadecuadas, prolongar las hospitalizaciones y erosionar la confianza de las familias en el sistema sanitario. La necesidad de profesionales hospitalarios capacitados en EED es, por tanto, una prioridad urgente.
- Apoyo psicológico para familias: El impacto emocional de cuidar a un niño con EED es profundo. Sin embargo, casi la mitad de los cuidadores encuestados no había recibido apoyo psicológico, a pesar de considerarlo una necesidad esencial. La imprevisibilidad de las crisis epilépticas, combinada con la gestión de comorbilidades como retrasos en el desarrollo o problemas de comportamiento, genera un estrés crónico que afecta no solo a los cuidadores, sino también a los hermanos y otros miembros de la familia. Los cuidadores subrayaron que el acceso a servicios de salud mental especializados es crucial para mantener su bienestar y su capacidad de seguir cuidando a sus hijos.
Propuestas para una atención más humana y efectiva
Para abordar estas necesidades, el estudio propone un modelo de atención más integrado y centrado en las familias, con tres pilares fundamentales:
- Coordinación de cuidados: La incorporación de enfermeras especializadas en EED podría transformar la experiencia de las familias. Estas profesionales actuarían como guías desde el momento del diagnóstico, coordinando citas, facilitando la comunicación entre especialistas y apoyando a las familias en la navegación del sistema sanitario. Este enfoque no solo reduciría la carga administrativa, sino que también podría disminuir las visitas innecesarias a urgencias.
- Acceso a expertos: La creación de centros de referencia especializados en EED garantizaría que las familias tengan acceso a profesionales con experiencia en estas condiciones. Estos centros podrían servir como núcleos de formación para otros profesionales sanitarios, elevando el estándar de atención en todo el sistema sanitario.
- Apoyo integral: Más allá de la atención médica, las familias necesitan acceso a servicios psicosociales y apoyo financiero. Simplificar los procesos para obtener apoyo financiero, como a través de sistemas como el NDIS, y ofrecer recursos de salud mental accesibles son pasos esenciales para aliviar la presión sobre los cuidadores y mejorar la calidad de vida de toda la familia.
Estos hallazgos resuenan profundamente con las experiencias de nuestras familias. En la Fundación Síndrome de Dravet, sabemos que cada familia enfrenta desafíos únicos, pero también compartimos una visión común: un mundo donde las personas con síndrome de Dravet y otras EED reciban la atención y el apoyo que merecen. Este estudio nos inspira a continuar con nuestros esfuerzos para abogar por un sistema sanitario más accesible, coordinado y humano. Cada voz que se alza, cada historia que se comparte, nos acerca a este objetivo. ¡Únete a nosotros!
Participa en nuestras redes de apoyo, comparte tu experiencia y sé parte de esta lucha colectiva por un futuro lleno de esperanza, fortaleza y oportunidades para quienes viven con EED. Juntos, podemos transformar la atención sanitaria y construir un mañana más brillante para nuestras familias.