La administración intracerebral de vectores terapéuticos es un desafío debido a varias razones, entre las que se encuentra cruzar la barrera hematoencefálica, una red de vasos sanguíneos y células inmunes que actúan como una barrera selectiva para proteger el cerebro de sustancias dañinas.
Sin embargo, un nuevo estudio liderado por investigadores españoles ha encontrado una forma de abrir la barrera hematoencefálica para administrar medicamentos que podrían tratar enfermedades neurológicas como el Parkinson, el Alzheimer e incluso el síndrome de Dravet. Utilizando ultrasonidos de baja intensidad, los investigadores han demostrado que se puede abrir una pequeña rendija en la barrera hematoencefálica para permitir que los medicamentos lleguen al cerebro. Este enfoque no invasivo se realiza con una máquina similar a una resonancia magnética y se guía mediante imágenes cerebrales en tiempo real. Los resultados prometedores han mostrado que es posible abrir la barrera cerebral durante varias horas y administrar fármacos sin efectos secundarios aparentes. En este caso, los investigadores han administrado adenovirus desactivados, que habitualmente se emplean como vehículos de terapias avanzadas.
Hasta ahora, la administración de tratamientos para enfermedades neurológicas requería de técnicas invasivas para sortear la barrera hematoencefálica. Esta nueva técnica de ultrasonido ofrece la posibilidad de tratar estas enfermedades de manera menos invasiva y sin efectos secundarios graves. Los investigadores están realizando pruebas adicionales en monos y esperan comenzar los ensayos en pacientes en el verano de 2024. En paralelo y en el mismo estudio, que ha sido publicado en Science Advances, los autores demostraron que la misma tecnología consiguió también desactivar temporalmente la barrera hematológica de tres pacientes con párkinson, justo en la parte exacta de su cerebro que previamente habían elegido.
Aunque quedan preguntas por responder y desafíos por superar, esta técnica representa un avance significativo en el campo de la neurología al proporcionar una herramienta para llevar medicamentos al cerebro de manera más efectiva. Los investigadores también ven el potencial de utilizar esta técnica para tratar enfermedades raras en niños. Si bien aún hay obstáculos por superar, como la posible respuesta inmunitaria del organismo, esta investigación ofrece esperanza para el desarrollo de tratamientos más eficaces para enfermedades neurológicas.