Según el estudio, “Progressive Worsening of Gait and Motor Abnormalities in Older Adults with Dravet Syndrome“, los adultos con síndrome de Dravet suelen experimentar dificultades para caminar que tienden a empeorar con la edad.
En este estudió participó un total de seis adultos con síndrome Dravet, cuya edad media era de 32 años. Los sujetos fueron evaluados con cinco años de diferencia, inicialmente en 2014 y después en 2019. Los investigadores utilizaron una versión modificada de la Escala Unificada de Calificación de la Enfermedad de Parkinson (mUPDRS, por sus siglas en inglés) para medir las anomalías de la marcha, así como los temblores en reposo, la expresión facial, el levantamiento desde una posición sentada, la postura y la bradicinesia corporal, condición caracterizada por la disminución en la velocidad de los movimientos normales y espontáneos.
A lo largo de los cinco años transcurridos entre las evaluaciones, las puntuaciones de la mUPDRS empeoraron en todos los pacientes menos en uno, y se encontró evidencia de un declive en la función de la marcha y un aumento de las manifestaciones parkinsonianas.
Curiosamente, la única excepción fue una mujer de 24 años que comenzó a tomar entre las dos evaluaciones levodopa, medicamento que se utiliza para mejorar el control muscular.
Dos de los participantes de mayor edad, de 47 y 51 años en la segunda evaluación, eran inicialmente capaces de caminar en la primera evaluación, pero ya no podían hacerlo en la segunda evaluación. Sus cuidadores informaron que se hizo cada vez más difícil que dejaran la silla de ruedas y que, incluso con apoyo, su marcha era demasiado insegura. Estos dos pacientes también recibieron levodopa tras su primera evaluación, pero la medicación se suspendió cuando dejaron de caminar.
Además de estos 5 pacientes, participaron también 12 pacientes adicionales en el estudio transversal, que también mostró que los individuos de mayor edad también tendían a tener peores puntuaciones en la escala mUPDRS. Además, la edad avanzada también se asoció específicamente con peores puntuaciones para la marcha, la bradicinesia corporal y el levantarse de un asiento.
A pesar de que este estudio está limitado por su pequeño tamaño o por ciertas condiciones clínicas como retrasos en el diagnóstico, proporciona evidencias de que los pacientes sufren un deterioro progresivo de la marcha y la función motora a medida que los pacientes con síndrome de Dravet envejecen.
Como afirman los autores de este estudio, a pesar de que todavía no está claro por qué se produce este deterioro con la edad, las investigaciones futuras deberían ayudar a explicar no solo por qué ocurre esto, sino también si es posible ralentizar o incluso evitar esto.
Podéis ver el estudio original en AQUÍ.